Ciudad de México, (ENTRAVISION).- Creció rechazada por su padre, el famoso cantante Luis Miguel, pero al llegar a su mayoría de edad, logró el perdón del intérprete por haber nacido y con ello el reconocimiento como hija legítima.

Michelle Salas, hoy vive la vida en rosa, entre el mundo de la moda, las pasarelas, la yoga, las playas y la riqueza de dos generaciones de artistas premiados por la fama en todo el orbe.

En 1989 nació Michelle Salas, primera hija no reconocida en aquél entonces del joven cantante, quien le negó su apellido e incluso la pensión, estilo que repitió con su relación con Aracely Arámbula, quien al igual que Stephanie Salas debió demandar para tener el respeto y apoyo económico.

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Fue hasta 2007 cuando reconoció a la niña, y un año después se quedó con ella, y desde esa fecha, ya no ha vuelto al regazo de su madre, aprovechando su mayoría de edad, riqueza y belleza, que le permite viajar por el mundo.

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